Todo comenzó con un lugar para jugar

Atardecer en Cascades d'Ouzoud, Morocco, donde la primera idea de love.fútbol vino a mi mente.

Atardecer en Cascades d'Ouzoud, Morocco, donde la primera idea de love.fútbol vino a mi mente.

Diciembre, 2005

La historia de love.fútbol comenzó en Marruecos. País con gran pasión por el fútbol, como muchos otros. Durante algunos momentos del día, parecería que los niños perseguían una pelota en cada esquina. Sin embargo, fue en un callejón estrecho, en una ciudad cercana a Cascades d'Ouzoud, donde realmente surgió love.fútbol. 

Fue durante una “cascarita” (peladita, peladinha, encuentro) de 4 contra 4, donde el jugador más veterano no rebasaba los diez años. En un pequeño espacio del callejón, tal vez de tres por ocho metros, corriendo de arriba a abajo y formando su portería (arco) con dos piedras, una en cada extremo, había una coladera (hueco, hoyo) profunda de aproximadamente unos 40 cms. de ancho y con bordes de concreto.

Los niños saltaban de un lado a otro sin esfuerzo y sin mirar siquiera a la coladera. Su bola de plástico agrietada todavía rodaba relativamente bien sobre el adoquín, pasándola de un lado a otro mientras jugaban. Habían crecido allí. La coladera era parte del campo y del juego.

La determinación de los jóvenes y la innovación para jugar siempre fue algo muy hermoso para mí. Tuve la suerte de crecer conociendo todo tipo de improvisaciones para jugar al fútbol en diversas partes del mundo: árboles y neumáticos como porterías, espacios torcidos, canchas inclinadas, irregulares, imperfectas, pero aún así estos lugares mantuvieron el gran poder del juego.

La gran fortaleza del fútbol es su sencillez. No necesitas un lanzamiento perfecto para que funcione eficazmente. Nuestro logo intenta capturar esta idea.

Sin embargo, este momento en Marruecos fue diferente. Cruzó una línea más allá de lo que yo entendía como la hermosa imperfección del fútbol desde su base y comenzó dentro de mí una pregunta: ¿qué se interpone entre los niños y su pasión por el juego más simple y querido del mundo?

Desde la fundación de love.fútbol en 2006, hemos aprendido mucho sobre esa cuestión. En Zacapa, Guatemala, con suficiente luz de luna, los niños juegan fútbol clandestino en terrenos prohibidos por los narcotraficantes. Fuera de Khayelitsha en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, corren entre los enormes vehículos de 18 ruedas para cruzar la autopista N2 de ocho carriles y jugar en terrenos que se extienden por millas a lo largo de la autopista. Todos los días juegan descalzos en basureros, sobre vidrio, fragmentos de metal y terrenos rocosos. Y cuando finalmente se pone el sol y se vuelve demasiado oscuro para jugar, retornan a casa a través de vecindarios que no son los suyos. Pero quizás lo más común es lo que no vemos: invisible y silenciosamente, sin un lugar decente en donde jugar, dejan de hacerlo y el juego escapa de sus vidas.

El deporte, como la música, el arte y la danza, es un medio universal de autoexpresión. Estos médios son parte de lo que nos define como humanos. Son algunas de nuestras mayores fuentes de salud, esperanza y felicidad. Nos conectan con nuestras comunidades, con nosotros mismos y con el mundo.

love.fútbol existe como un esfuerzo para asegurar que cada niño tenga un lugar seguro para divertirse, apasionarse y jugar.

 

Drew Chafetz
Co-fundador y CEO
love.fútbol